El pintor barroco plasma la realidad tal y como la ve, con sus límites imprecisos, sus formas que salen y entran, los objetos de primer plano intrascendentes, los escorzos y las posturas violentas, y las composiciones diagonales que dan a la obra gran dinamismo.
Se acude a los temas religiosos, escenas de santos, mitológicos, el retrato, tanto el individual como el de grupo, y surge como tema nuevo el bodegón.
No se entiende la pintura barroca sin hacer referencia a dos estéticas diferentes: el tenebrismo y el eclecticismo.
- El tenebrismo consiste en el choque violento de la luz contra la sombra. El fondo queda en penumbra, o desaparece, mientras que la escena queda en primer plano.
- El eclecticismo trata de salvar el gusto clásico dentro de la nueva norma. Se trata de una estética decorativa efectista y teatral.
Características de la pintura
La pintura barroca tuvo unas técnicas comunes, pero las obras tienen unas características comunes:
- Se impuso el realismo, representar las cosas tal y como eran, incluso sus rasgos desagradables.
- Se usaron composiciones menos simétricas y personajes y actitudes poco serenas, para dar una mayor mobilidad y fuerza a las representaciones.
- Se utilizaba una técnica llamada claroscuro. Se basaba en generalizaron los fuertes efectos luminosos, es decir, que se mezclaban zonas de sombra con otras de intensa luz.
- Las representaciones tenían gran emotividad y los personajes mostraban los sentimientos muy intensamente.
- La pintura barroca se caracterizaba por los siguientes temas: escenas religiosas, retratos, mitología, escenas cortesanas e imágenes de la vida cotidiana, aunque empiezan a desarrollarse también los paisajes y los bodegones, que también recibe el nombre de “naturaleza muerta”.
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